Cómo escribir una página de servicios que suene a manifiesto y no a lista de la compra

Abre la página de «Servicios» de cualquier consultor, agencia o freelance. El 99% de las veces, te encontrarás con una lista de la compra glorificada.

Una autopsia de entregables. Un menú de restaurante sin fotos. Una lista de tareas por las que piden dinero: «Diseño de 5 banners», «Gestión de redes sociales (3 posts/semana)», «Consultoría SEO (4 horas/mes)».

Es una página pasiva, predecible y desesperadamente aburrida. Y es la razón principal por la que sigues atrayendo a los clientes equivocados: los que comparan precios por hora, los que te ven como un par de manos ejecutoras, los que te envían un email con el asunto «Pido presupuesto».

Una página de servicios que es una lista de la compra te convierte en una commodity. Te obliga a competir en precio, porque no le has dado a nadie una puta razón para competir en valor.

Para salir de esa trampa, tu página de servicios debe dejar de ser un menú y convertirse en un manifiesto. No debe describir lo que haces, debe declarar aquello en lo que crees. No es un lugar para vender horas, es un lugar para iniciar una revolución.

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1. Empieza con una declaración de guerra (define al enemigo)

Un manifiesto no empieza diciendo «Esto es lo que ofrecemos». Empieza diciendo «Este es el mundo que queremos destruir». El Manifiesto Comunista no existiría sin el capitalismo. El Manifiesto Futurista no existiría sin los museos y el arte clásico.

Tu página de servicios debe empezar igual. Antes de hablar de ti, habla del «enemigo»: la creencia errónea, la práctica mediocre, la «sabiduría» convencional de tu industria que está perjudicando a tus clientes.

  • Si eres diseñador web: Tu enemigo es la creencia de que una web es un simple folleto digital y no el vendedor más importante de una empresa.
  • Si eres copywriter: Tu enemigo es el marketing de relleno, el contenido sin alma que no respeta la inteligencia ni el tiempo del lector.
  • Si eres consultor de negocio: Tu enemigo es la «parálisis por análisis», la obsesión por los planes de negocio de 100 páginas que nadie ejecuta.

Dedica el primer tercio de tu página a articular este problema. Con rabia. Con pasión. Con un punto de vista. Al hacerlo, dejas de ser un proveedor y te conviertes en un líder. Le demuestras al cliente ideal que no solo entiendes su problema a un nivel superficial, sino que entiendes la filosofía que lo perpetúa.

2. Convierte tus servicios en principios (tu proceso es tu filosofía)

Una vez has declarado la guerra, un manifiesto expone sus principios. Sus reglas. Su nueva visión del mundo.

Tu proceso de trabajo no es una serie de pasos. Es la manifestación física de tus creencias. En lugar de listar tus servicios, lista los principios que guían tu trabajo. Y luego, presenta cada servicio como la prueba irrefutable de ese principio.

Formato «Lista de la Compra»:

  • Servicio 1: Sesión de Diagnóstico
  • Servicio 2: Estrategia de Marca
  • Servicio 3: Creación de Contenidos

Formato «Manifiesto»:

Principio #1: Creemos que la estrategia sin diagnóstico es negligencia profesional. Odiamos las soluciones genéricas y las tácticas al azar. Por eso, cualquier colaboración con nosotros empieza, sin excepción, con nuestra «Hoja de Ruta», una sesión de diagnóstico profundo para entender el ADN de tu negocio antes de escribir una sola palabra.

Principio #2: Creemos que una marca sin un punto de vista es invisible. El mercado está lleno de clones. Para destacar, necesitas una opinión, una causa. Nuestro servicio de «Estrategia de Marca» no consiste en diseñar un logo bonito, sino en forjar el alma y la voz de tu negocio para que sea inconfundible.

¿Ves la diferencia? El servicio deja de ser un item en un menú. Se convierte en la consecuencia lógica de una filosofía de trabajo sólida. No estás vendiendo una tarea, estás vendiendo una forma de pensar.

3. Describe la tierra prometida, no el billete de avión

Una lista de la compra describe los ingredientes. Un manifiesto describe el nuevo mundo que se va a construir con ellos.

Deja de describir los entregables de tus servicios. A tu cliente no le importa si el informe tiene 20 o 50 páginas. Le importa el resultado que ese informe va a crear en su vida y en su negocio.

  • En lugar de: «Te entregaré 8 artículos de blog al mes (1500 palabras cada uno)».
  • Escribe: «Instalaremos en tu negocio un Motor de Autoridad, un sistema de contenidos que te posicionará como la referencia indiscutible en tu sector, atrayendo un flujo constante de clientes cualificados que ya confían en ti antes de hablar contigo.»
  • En lugar de: «Diseño de identidad visual (logo, paleta de colores, tipografías)».
  • Escribe: «Forjaremos tu Arsenal Visual, un sistema de identidad coherente y profesional que generará confianza instantánea y hará que tu marca sea percibida como la opción premium, permitiéndote subir tus precios.»

No vendas el billete de avión. Vende París.


Tu página de servicios es un filtro

Cuando reescribes tu página de servicios como un manifiesto, ocurre algo mágico: deja de ser una red de pesca y se convierte en un filtro de alta precisión.

Repelerá a los clientes que buscan «lo más barato», a los que no valoran la estrategia y a los que quieren decirte cómo hacer tu trabajo. Y, al mismo tiempo, actuará como un imán para los clientes que leen tu manifiesto y piensan: «Joder, por fin. Alguien que lo entiende».

Una lista de la compra atrae a clientes. Un manifiesto atrae a creyentes. Y los creyentes no piden presupuestos. Piden unirse a tu causa. Ese es el estándar en La Trinchera del Artista Estratega.

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