Los 3 actos de una obra de teatro aplicados a tu embudo de venta
Seamos honestos. Los términos que usas para describir tu embudo de ventas —TOFU, MOFU, BOFU— suenan a comida para perros. Son siglas frías, sacadas de un manual de ingeniería, para describir un proceso profundamente humano: la decisión.
Has diseñado un diagrama de flujo, una cadena de montaje. Y luego te preguntas por qué tus «leads» no sienten nada, por qué se enfrían, por qué abandonan el proceso a la mitad. La respuesta es simple: porque los estás tratando como engranajes, no como al protagonista de su propia historia.
El problema de tu embudo es que carece de drama. No tiene tensión, ni conflicto, ni clímax. Es aburrido.
Para arreglarlo, vamos a tirar a la basura el manual de marketing digital y vamos a coger el guion de un dramaturgo. Vamos a estructurar tu embudo de ventas usando la arquitectura narrativa más poderosa y probada de la historia: la estructura de tres actos.

Acto I: El Planteamiento (la conciencia del conflicto)
Toda gran obra empieza presentando al protagonista en su mundo ordinario. Conocemos sus deseos, sus fallos y, lo más importante, su statu quo. Entonces, ocurre el «incidente incitador»: un evento que lo desequilibra todo y revela un conflicto que no puede ignorar.
Este es tu Top of Funnel (TOFU).
Tu trabajo en el Acto I no es vender. Es ser el puto catalizador. Tu contenido (posts, vídeos, un lead magnet) debe cumplir una misión: hacer que el protagonista (tu cliente potencial) tome conciencia de su verdadero problema.
- Presenta su mundo ordinario: Articula su situación actual mejor que él mismo. Describe sus frustraciones y sus «apaños» diarios. Debe leerte y pensar: «Joder, me está describiendo a mí».
- Provoca el incidente incitador: Tu contenido no debe ser una lista de «5 consejos para…». Debe ser una revelación. Un post que cuestione una creencia fundamental. Un diagnóstico que le muestre la verdadera causa de su estancamiento.
- Define el conflicto: Al final del Acto I, el protagonista no sabe todavía cómo ganar, pero sabe exactamente contra qué lucha. Ha pasado de una «incomodidad vaga» a un «problema definido». El «conflicto» es la brecha entre donde está y donde quiere estar.
El objetivo de este acto no es que te compre, es que compre la idea de que tiene un problema que merece ser resuelto. El «sí» que buscas aquí no es a tu producto, es a su propia aventura.
«Deja de crear ‘contenido de valor’. Empieza a escribir el primer acto de la historia de transformación de tu cliente.»
Acto II: La confrontación (el viaje y los obstáculos)
El segundo acto es el más largo y el más duro. El protagonista, ya consciente de su conflicto, intenta solucionarlo por su cuenta. Se enfrenta a obstáculos, sufre reveses, aprende nuevas habilidades y se cuestiona si podrá lograrlo. Aquí es donde se forja al héroe.
Este es tu Middle of Funnel (MOFU). La fase de nutrición.
Tu misión como director de esta obra es ser el mentor. No eres el héroe; él lo es. Tú eres el guía que le proporciona las herramientas, el conocimiento y el aliento para seguir luchando.
- Muestra, no cuentes: Aquí es donde entran tus «Deconstrucciones» (casos de estudio), webinars, workshops y secuencias de email potentes. No le digas que sabes la solución; demuéstraselo en acción.
- Anticipa y desarma los obstáculos: Cada obstáculo en su camino es una objeción de venta (falta de tiempo, de dinero, de confianza, dudas técnicas). Tu contenido debe enfrentarse a estos monstruos de frente y darle las armas para vencerlos.
- Eleva las apuestas: A medida que avanza el Acto II, el objetivo debe parecer más deseable y los riesgos de fracasar, más graves. Muéstrale tanto el coste de rendirse como la gloria de la victoria.
En esta fase construyes la confianza. No porque le digas «confía en mí», sino porque le demuestras, obstáculo tras obstáculo, que entiendes su viaje y que tienes el mapa para salir del laberinto.
Acto III: La resolución (el clímax y el nuevo mundo)
El Acto III es el momento de la verdad. El protagonista, transformado por el viaje del Acto II, se enfrenta al jefe final. Es el clímax, la batalla decisiva donde debe aplicar todo lo aprendido. Tras la victoria, llega la resolución: el «nuevo mundo» o el nuevo statu quo del héroe.
Este es tu Bottom of Funnel (BOFU).
Tu oferta de venta no es una simple transacción. Es el clímax de la historia que has estado construyendo. Es la espada legendaria que el héroe debe empuñar para ganar la batalla final.
- El CTA es el clímax: La página de ventas, la llamada para solicitar «La Hoja de Ruta», el botón de «Inscribirse»… ese es el momento en que el héroe decide si va a luchar o no. Toda la tensión narrativa que has construido en los dos actos anteriores debe desembocar aquí.
- La venta es la batalla final: El proceso de compra debe ser claro, decisivo y estar a la altura del viaje.
- La resolución es el resultado: El «nuevo mundo» no es que te haya comprado. Es el éxito que consigue después de haberte comprado. Los testimonios y casos de éxito no son pruebas para la venta; son tráileres de cómo es la vida después del clímax. El onboarding es el epílogo de la historia.
Sé el Director, no el Vendedor
Tu embudo de ventas no es un mecanismo. Es un escenario. Tu cliente potencial no es un lead. Es un protagonista. Y tú no eres un vendedor. Eres el director de su historia de éxito.
Cuando adoptas esta mentalidad, todo cambia. Dejas de obsesionarte con las métricas de conversión en cada paso y empiezas a obsesionarte con la calidad del arco narrativo. Creas una experiencia que la gente no solo atraviesa, sino que la vive.
Así que quema tus diagramas de flujo. Coge un papel en blanco y empieza a escribir el guion.
Ese es el trabajo que hacemos en La Trinchera del Artista Estratega. No construimos máquinas de venta. Dirigimos obras maestras de transformación.